El déficit financiero superó los $ 46.000 millones, el primero para el Chaco desde 2019. La incidencia de la inflación en aumento, el freno a la actividad económica y los gastos electorales.
El Chaco registró su primer déficit financiero desde 2019 y ese “rojo” fue equivalente al 4,5% de los ingresos totales. En el año anterior, 2022, había logrado un superávit financiero por el 0,6% de sus ingresos.
Así lo refleja el Informe de Desempeño Fiscal de la provincia elaborado por la Consultora Politikon Chaco, donde se analizan los ingresos, gastos y resultados fiscales acumulados al cuarto trimestre de 2023, donde se resaltaron los factores que aportaron a configurar ese escenario deficitario, entre los que se destacan el aumento de la inflación; el enfriamiento económico, principalmente en el último trimestre y una consecuente caída de la recaudación (sobre todo en el segundo semestre de 2023) y la alta expansión del gasto por año electoral (con mayor fuerza en el tercer trimestre).
Además de tener déficit financiero, el Chaco también tuvo déficit primario: fue por $ 29.415 millones, equivalente al 2,9% de los ingresos totales del período, un resultado muy distinto al del 2022 cuando la provincia cerró con superávit primario por el 2,2% de sus ingresos.
El informe muestra que durante 2023 los Ingresos Totales de la Administración Pública No Financiera del Chaco sufrieron una merma en términos reales del 4,6%; a su vez, los Gastos Totales cerraron con un incremento real del 0,3% real, traccionado por los gastos de capital.