Chaco: la frutilla se consolida y se expande

De un tiempo a la fecha, el cultivo de frutilla se convirtió en una alternativa productiva por excelencia para frutihorticultores chaqueños. Esta campaña no parece ser la excepción, por lo que esta exquisitez ya puso primera en la provincia, consolidando su potencialidad de la mano de la tecnificación, la incorporación de productores, la rentabilidad y la calidad.

Así, se inicia una campaña más del cultivo de frutilla que llevan adelante productores hortícolas nucleados en la Cooperativa “Desafíos Productivos”, quienes incrementaron la cantidad de plantas y suman nuevas zonas de producción.

 

El acompañamiento y la asistencia técnica sigue siendo de quien fue el promotor del este cultivo en el nivel comercial, el ingeniero agrónomo Roberto Gillard.

 

El profesional comentó las buenas nuevas en la actividad al recorrer varios establecimientos que impulsan este cultivo.

 

La organización, una herramienta fundamental

 

“Siempre insistimos que el productor hortícola en forma individual es difícil avanzar, progresar y poder capacitarse e incorporar tecnología que le permita realizar varios cultivos, incrementar rendimientos por unidad de superficie, mejorar la calidad de los productos, capacitarse y acceder a nuevas tecnologías que le permitan realizar nuevos cultivos como es el caso de frutilla”, destacó Gillard.

 

Esto se fue dando en estos productores, ya que hace varios años con la adhesión al Programa Cambio Rural se fue logrando la actualización y capacitación en el manejo y mejoras en la productividad. Como consecuencia de los buenos resultados de la organización se constituyó la Cooperativa: “Hoy bajo esta organización se continúa trabajando con lo logros que se pueden demostrar, ya que se accede a un cultivo de mucha demanda en tecnología, eficiente manejo y nuevas tecnologías para su obtención”, agregó el técnico.

 

Zonas que ya están consolidadas

 

La actividad se inició en la zona de Colonia Benítez, con los productores Luis Piza y su hijo Iselín, que iniciaron el cultivo con 2.000 plantas. Hoy realizan 20.000, luego siguieron Eduardo Racig que implementa unas 2.000 plantas, Gabriel Dellamea que en la actualidad planta 8.000, sumándose tiempo después Alfredo Bobis en Puerto Tirol, María Martínez y Víctor Gillard en Makallé este ultimo con 3.000 en la actualidad.

 

El año pasado se sumó Horacio Alonso en la zona del gran Resistencia con 7.000 plantas y este año se incorpora Carlos Barrios de la localidad de Lapachito realizando 8.000 plantas.

 

De esta manera durante la presente campaña se llevan adelante 54.000 plantas en evolución.

 

Estos productores continúan trabajando en la actividad y año tras año van incrementando la cantidad de plantas que realizan, sin dejar de continuar con las demás hortalizas que producen y esto lo aconsejamos todos los días, ya que hace a la estrategia de producción y diversificación de productos que se deben ofrecer al mercado y esto fortalece la comercialización del conjunto de productos.

 

Actividad en crecimiento

 

Ese es un cultivo que se complementa muy bien en la diversificación de productos que tiene que llevar adelante el productor hortícola, siendo además un producto que sirve de vidriera en la comercialización, porque nadie se resiste a comer una buena frutilla, pero además es un cultivo muy rentable en poca unidad de superficie, lo que lo hace muy atractivo en la actividad intensiva, manifiesta el ingeniero Roberto Gillard.

 

“Como consecuencia de esto los productores que ya vienen realizando este cultivo desde hace unos años amplían su producción, otros nuevos que se incorporan como consecuencia de evaluar a los que ya avanzan con éxito y además en este año incorporamos otra zona de producción como consecuencia de la promoción que realizamos desde nuestra cooperativa” indicó.

 

Nueva zona que se incorpora al cultivo

 

Un grupo de productores de la Colonia San Francisco en la localidad de Presidencia Roca se sumó este año con la plantación, son productores de hortalizas que con la colaboración de la Municipalidad pudieron concretar esta actividad, ya que la inversión inicial que demanda el cultivo en equipamiento para riego, cobertura de camellones y material para protección de heladas es elevada para quienes se inician.

 

Debido al entusiasmo que manifestaban los productores, ya que habían visitado la zona de Colonia Benítez, por decisión del intendente de esta localidad, Jorge Batalla, se pudo iniciar el cultivo con toda la tecnología que el mismo demanda y de esta manera Miguel Mesa, Rafael Bejarano y Aparicio Almirón ya están incorporados a la actividad y este año plantan sus primeras 6.000 plantas.



Gran potencialidad

 

La Colonia San Francisco está ubicada en el albardón del río Guaycurú, con suelos que varían de franco arenoso a franco arcillo limoso, con pendientes suaves que la hacen muy apta para la producción de frutas y hortalizas. Esta zona es trabajada por estos productores que se incorporan a la actividad, que a pesar de estar un poco distantes de Resistencia tienen una gran potencialidad para crecer.

 

“El productor que se inicia con frutilla accede al mismo tiempo a nuevas tecnologías que antes no utilizaba, porque no la conocía o en algunos casos el cultivo no lo requería como condición exigente”, dijo Gillard. Es así que el productor que se incorpora con el cultivo de frutilla realiza camellones bien construidos, cubiertos estos con mulching plástico que no permite el crecimiento de malezas ya que no pasa la luz, controla la evaporación del agua que se entrega mediante el riego y protege a las frutas que se ensucien con el contacto con el suelo.

 

Además se riega por goteo, con la incorporación de fertilizantes en la línea de riego, lo que se denomina ferti-irrigación y se cubre el cultivo con polietileno o tela térmica para la protección contra heladas, ya que las flores y frutos son sensibles a las temperaturas por debajo de 0º C.



Rendimientos controlados

 

“El potencial de producción por plantas para nuestra zona, con fertilización química, es de 1.200 gramos por planta, mientras que en el grupo basamos el manejo en una buena incorporación de materia orgánica al suelo, normalmente con estiércol de vaca y solamente se fertiliza en la etapa de fructificación con dosis complementaria y se logra 800 gramos por plantas”.

 

“Esto se debe a que nuestro mercado es por el momento para consumo en fresco. Es decir que cuidamos que el producto final que obtenemos tenga las cualidades naturales de la especie, como decimos todos comer frutilla con gusto a frutilla y esto tiene que ver con el manejo responsable para logra esto, es decir que priorizamos mayor calidad a cambio de menor rendimiento y esto nos asegura brindar un muy buen producto final que los consumidores lo detectan y eligen nuestras frutillas”, destacó el profesional.



Actividad que puede expandirse

 

Sobre estas consignas de organización, capacitación, acceso a tecnología y diversificación de cultivos, es viable que estas acciones y ese cultivo pueda llegar a otros puntos de la provincia, con la salvedad de que se debe disponer de agua en cantidad y calidad, de acuerdo con el tamaño del predio que se pretende trabajar. “De todas las hortalizas que llevamos adelante, la frutilla es la que más agua consume y la más exigente en calidad, es decir sin sales de calcio y sodio, fundamentalmente, ya que con niveles importantes la planta no prospera”, indicó el técnico.

 

“Tenemos zonas y productores interesados, como en Machagai, Presidencia Roque Sáenz Peña, Tres Isletas, Villa Ángela, con los cuales siempre que se cuide y respete estas limitantes, estamos dispuestos a trabajar juntos”, concluyó Gillard.

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