Enarsa anuncia que el Gasoducto Norte con su nuevo sentido sur/norte entrará en operación alrededor del 15 de septiembre próximo, permitiendo llevar a esas provincias 5 MMm3/día adicionales a los actuales, y en una segunda etapa otros 4 MMm3/día.
Gracias a la etapa 1 del GPNK, las estaciones de compresión en su traza y, ahora, con el reversal del Norte casi terminado, siete provincias del centro y norte del país podrán acceder a gas natural argentino.
La idea del Gasoducto del Norte es llegar con gas natural argentino a casi 6 millones de habitantes de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy, para generación de energía eléctrica, abastecimiento de hogares, industrias y el desarrollo a escala de nuevas actividades como la minería de litio.
En junio la empresa estatal Energía Argentina firmó con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos la novena adenda al contrato que las vincula para asegurar la provisión de gas natural para la demanda del norte argentino entre agosto y septiembre de este año.
Ahora, mientras el Gobierno avanza con la privatización de 4 centrales hidroeléctricas a través del ministro desregulador Federico Sturzenneger y la reglamentación de la Ley de Bases, Enarsa anuncia que el Gasoducto Norte con su nuevo sentido sur/norte entrará en operación alrededor del 15 de septiembre próximo, permitiendo llevar a esas provincias 5 MMm3/día adicionales a los actuales, y en una segunda etapa otros 4 MMm3/día.
De hecho, una comitiva de la CAF visitó el tendido del proyecto a fines de julio, para constatar los avances de las obras que conectan los sistemas de transporte de los gasoductos del centro/oeste y el del norte, ambos operados por TGN, para las que aportó un crédito por US$540 millones de los US$713 millones presupuestados para el proyecto.
La empresa BTU estuvo a cargo de la construcción del renglón 1 de la reversión, que son los 22 kilómetros finales del gasoducto cordobés con caños de 36 pulgadas y dos ampliaciones (loops) paralelas al Gasoducto Norte de 62 kilómetros de extensión con caños de 30 pulgadas en esa provincia.
Los renglones 2 y 3 son dos tramos de 50 kilómetros cada uno adjudicados a la UTE entre Techint y SACDE, también con ductos de 36 pulgadas como el GPNK, bautizado Gasoducto de Integración Federal que va desde la ciudad de La Carlota hasta Tío Pujio, ambas en Córdoba.
Desde el comienzo de la obra, en febrero de este año, se completaron exitosamente las distintas fases de línea regular de la construcción: topografía, la apertura de pista, soldadura automática, desfile y curvado de tuberías, quedando sólo pendiente la fase de recomposición de pista.
Tras el cierre metálico del ducto encarado por la UTE, las pruebas hidráulicas y otras que se están realizando por estos días, el apto para funcionar está planificado para mediados de septiembre, cuando se realizará una soldadura de obra para cerrar la prueba hidráulica.
También se están finalizando las obras en los cruces especiales en el Arroyo Cabral y la Ruta Nacional 6. En total la obra contempla más de 30 cruces especiales, entre ellos dos rutas provinciales, dos ferrocarriles y cuatro cauces de agua, y a la vez se está realizando la recomposición del terreno con la colocación de carteles y mojones.
Los números de la única gran obra pública en ejecución sorprenden, así como el uso de tecnología de punta como la planta de doble junta y el equipo de soldadura automática robotizada que ya se utilizaron en el GPNK.
Cuando logre la habilitación de operación, la obra sólo tendrá pendiente la entrada en funcionamiento de la reversión de las cuatro compresoras que Enarsa adjudicó, recién en abril último, a la empresa Esuco, con fecha de entrega dos en marzo y dos en junio de 2025. Son las plantas de Ferreyra y Deán Funes en Córdoba, Lavalle en Santiago del Estero y Lumbreras en Salta, ubicadas sobre la traza del Gasoducto Norte, que igual puede empezar a funcionar sin ellas.
Agustín Gerez, presidente de la empresa estatal de energía del anterior gobierno, había explicado que con la etapa 1 del GPNK este año se iba a generar un ahorro fiscal de importaciones no menor a los US$4.400 millones, más otros US$1.960 millones cuando el reversal del norte esté en operación.
Por Patricio Ballesteros Ledesma para www.politicaymedios.com.ar