El Ancasti. Diario de la provincia de Catamarca.
Uno de los tantos efectos que tuvo el nombramiento de Sergio Massa como ministro de Economía fue la aprobación del dictamen de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado de la Nación, del proyecto de Consenso Fiscal que el presidente Alberto Fernández y la gran mayoría de los gobernadores firmaron en diciembre del año pasado y que hasta ahora había permanecido cajoneado.
El dictamen salió finalmente por presión de los propios mandatarios provinciales, que temen que la preocupante situación económica nacional y las medidas del nuevo funcionario comprometan las finanzas provinciales, que hasta ahora tienen superávit, algo inédito en la historia de la administración de los estados subnacionales. Es que el acuerdo les otorga a los gobernadores atribución para incrementar impuestos locales, una facultad que podrían utilizar si además empiezan a disminuir los envíos federales automáticos (coparticipación) como consecuencia de una eventual merma en el ritmo de crecimiento de la actividad económica, y los envíos discrecionales. Estos últimos seguramente sufrirán un recorte considerable en un contexto de mayor austeridad que se instalará desde ahora y hasta, por lo menos, el comienzo del próximo año electoral, en consonancia con lo establecido en el acuerdo con el FMI y con la decisión de Massa y su equipo de colaboradores.
Los gobernadores saben que más temprano que tarde deberán colocarse en “modo ajuste”, porque existe la certeza de que la relativa bonanza económica que viven se verá afectada. Los fondos que llegan por coparticipación vienen aumentando por arriba de la inflación desde hace por lo menos cinco trimestres, pero es probable que esto se atenúe o se revierta en los próximos meses. Respecto a los fondos discrecionales, o transferencias no automáticas, el flujo es hasta el momento abundante, aunque disminuyó un poco en el último bimestre, y sirve fundamentalmente para financiar obras públicas que se habían paralizado durante los dos últimos años del gobierno de Mauricio Macri y los momentos más duros de la pandemia, pero que se están realizando a buen ritmo, sobre todo en el norte argentino.
Un informe publicado por el portal regionnortegrande.com.ar y elaborado en base a datos del Ministerio de Economía de la Nación, señala que a las provincias que integran la macro región (NOA + NEA) le llegaron en carácter de transferencias no automáticas poco más de 104.000 millones entre enero y julio de este año. Catamarca, que recibe un porcentaje proporcionalmente mayor que el resto de las provincias por coparticipación, se encuentra en este rubro en el penúltimo lugar (recibió 6.800 millones). Solo Jujuy recibió menos fondos en el norte grande.
El inevitable ajuste fiscal nacional tendrá, entonces, repercusión en las provincias. Serán los gobernadores, a partir de ahora, los que deberán mostrar creatividad y equilibrio para lograr que sus administraciones no pasen de superavitarias a deficitarias a poco de comenzar un nuevo proceso electoral para renovar los cargos ejecutivos.