Misiones: familias producirán envases 100% biodegradables con tallos de banana

Misiones: familias producirán envases 100% biodegradables con tallos de banana

La iniciativa productiva, asociativa, multicultural y sustentable, es impulsada por la Asociación Civil Tabá Isirí Pueblos del Arroyo, presente hace ya varios años en Misiones a través de diversos proyectos para el desarrollo socio comunitario, con una inversión acumulada que supera los U$D 280.000 que impactaron directamente en la realidad de más de 100 familias misioneras.

Tabá Isirirí se va desarrollando de acuerdo a las necesidades de las familias de los integrantes. La Asociación nació hace 10 años, producto de la sinergia entre 20 familias del paraje Picada Norte Bonpland. El primer proyecto de envases 100% biodegradables con hoja y tallo de banana en el país será desarrollado en Almafuerte, Misiones. 

 

Permitirá capitalizar una práctica cultural histórica que consiste en cortar el tallo y las hojas con el fin de preservar un tercio del tronco del banano y mantener la humedad en las plantas nuevas. Esos desechos aportarán nutrientes al suelo y el desperdicio se utilizará como abono para las plantas. Con U$D 20.000 de financiamiento -menos de la mitad del costo inicial programado-, en una primera etapa se comprará la maquinaria y se pondrá en valor el galpón.

 

Los planes iniciales prevén la afectación anual de 12 hectáreas de plantación de bananas y una producción de 40.000 envases al mes. Actualmente, avanzan en la definición de las matrices para los productos que se elaborarán. A fines de febrero llegará la máquina a Misiones y se iniciarán las pruebas para empezar a producir.

 

Los ritmos de trabajo en procesos y espacios de construcción colectiva participativos siempre se diferencian rotundamente de los convencionales tiempos de trabajo en los planes de negocios empresariales. Innumerables variables entran en juego para modificar tanto estrategias como objetivos y no por eso, los modelos económicos dejan de ser sostenibles y proyectables en el tiempo. 

 

Actualmente, la asociación funciona con un único personal contratado externo que se ocupa de las cuestiones administrativas contables. Todo lo restante, el funcionamiento, operatividad, diseño y comunicación se organiza bajo el modelo asociativo y colaborativo a través de la sinergia de 60 familias que participan de forma directa y 120 de forma indirecta. 

 

Una larga historia de asociatividad

 

Erradicación de letrinas, mejoras de viviendas, mejoramiento en la red de agua, tendido de luz eléctrica, etc. fueron los proyectos iniciales. Con el transcurrir del tiempo, llegó el momento en el cual la formalización era un paso necesario para poder gestionar subsidios y poder plantear proyectos y generar nuevas líneas de trabajo. 

 

Y, como naturalmente sucede en las organizaciones del tercer sector abocadas al trabajo socio comunitario, las líneas de intervención se fueron ampliando producto de la implementación de diversos proyectos. “Hace cuatro años, se planteó otra filosofía desde la Asociación que consistió en empezar a generar en lugar de solicitar”, sostuvo en una amena charla con Economis, Federico Guido Franco, miembro de la asociación.  

 

El primer proyecto productivo fue apícola y se planteó con la participación de comunidades guaraníes de San Ignacio y familias de Bonpland, Santa Ana y Almafuerte. ¿Las premisas?: equidad, participación de  jóvenes y mujeres y el cuidado del medio ambiente. A partir de ellas, y con el objetivo de desarrollar una Cuenca Mielera en la zona, se organizan talleres de capacitación, reconocimiento de insumos, colmenas e indumentaria.

 

Con otra magnitud y en articulación con el Ministerio de Ecología y con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), colegios agrarios y municipios; el proyecto piscícola es otra iniciativa que marcó la historia de Tabá Isirirí. A raíz de él, se construyeron oportunamente 20 piletas y hoy se producen tres especies de peces autóctonos tanto para consumo propio como para la venta; representando un 5% del ingreso mensual de 30 familias productoras. 

 

El desarrollo de fitomedicamentos, que por estos días sigue siendo materia pendiente en Misiones, es otro foco de acción que surgió a partir de una articulación motivada por el ex ministro de Ecología Juan Manuel Díaz. Hace algunos años se realizó un relevamiento de plantas medicinales existentes en la zona bajo el concepto de desarrollar productos forestales no maderables y “empezamos a relacionarnos mucho más con comunidades guaraníes que aportan sus saberes ancestrales acerca de lo que podíamos consumir y lo que no”. 

 

El trabajo en territorio avanzó y “oportunamente el USUBI -otro programa del PPNUD en Misiones- hizo la primera compra grande y la donó a la provincia para el desarrollo de fitomedicamentos: 400 kilos de las tres hierbas. Así, fuimos los únicos proveedores del Estado en la provincia AEDIT“. 

 

Tabá Isirirí produce cangorosa, ambay y carqueja en su Planta Productora de Plantas Medicinales montada en un espacio de media hectárea en Picada Norte, Bonpland. El laboratorio  está certificado tanto por la Provincia como por SENASA y en la cual se encuentra montado el secadero que es la base operativa de la Asociación. Los productos se venden a granel a Buenos Aires, Mendoza y Río Negro así como también, a través de venta minorista con marca y packaging comercial  propio.

 

Fuente: Economis.-

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