A través del Ipaat, se presentará en la provincia un proyecto para la investigación y producción de este tipo de combustible, destinado a los transportes aéreos, fluviales y marítimos.
La Liga Bioenergética de Provincias, integrada por las jurisdicciones productoras, entre ellas Tucumán, acordó conformar una red regional para la investigación y producción de biocombustibles sostenibles y destinados a transportes aéreo, fluvial y marítimo.
A través de un convenio de cooperación, las provincias del NOA y centro del país impulsarán políticas públicas y proyectos privados, dentro de una estrategia dirigida a la producción, comercialización y consumo de este tipo de combustible e insumos asociados para el uso en aviones y barcos, como contribución para mitigar el cambio climático reduciendo las emisiones de efecto invernadero.
Por Tucumán, adhirió a este acuerdo el Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol (Ipaat), ente autárquico conformado por representantes del Estado provincial y de los sectores privados de la agroindustria azucarera. Lo hizo en el marco de IV Cumbre Mundial de Economía Circular, un encuentro organizado el viernes pasado por la Municipalidad de Córdoba y el Ente BioCórdoba.
No se trata de una iniciativa sin precedentes. Es que Córdoba ha avanzado en los últimos años en una política de bioenergía, no sólo con un régimen para el uso de biocombustibles en los transportes de carga, en transporte públicos de pasajeros y flotas oficiales, y en la instalación de plantas de transformación de biomasa en bioetanol, biodiesel o biometano. También se centró ha comenzado a producir y a probar su biocombustible para los aviones. Para ello, ha iniciado la instalación de un banco de pruebas con distintos motores, con la finalidad de alcanzar estándares de calidad y el nivel de octanaje del combustible.
En Tucumán se prevé una superproducción para la zafra 2024, con altos volúmenes de materia prima y de azúcar. Este escenario se presentará frente a las estrategias actuales: la exportación y la elaboración de alcohol para bioetanol, como también para la industria farmacéutica y de licores. Así se buscará evitar una sobreoferta en el mercado interno y, como consecuencia, una caída mayor del valor de la bolsa de 50 kilogramos.
¿Cómo se aplicará en Tucumán? El convenio establece, según se pudo conocer, capacitaciones en distintas escalas en la provincia por parte del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Se apunta aquí a llevar conocimiento a los legisladores, funcionarios de Casa de Gobierno y de otros sectores para poder diseñar necesarias normativas locales o de proyección nacional, con el fin de incentivar inversiones.
En un paso siguiente, se contempla la transferencia de tecnología a partir de la experiencia de Córdoba y también del IICA para producir el biocombustible para aviones y barcos en Tucumán: instalar un parque industrial y la búsqueda de estándares de calidad, entre otras operaciones.
Los ingenios tucumanos producen alrededor de 310 millones de litros de alcohol hidratado. De ese total, el 65% se destina al bioetanol. Principalmente, producen 1,2 millón de toneladas de azúcar físico.
En la provincia hay 10 destilerías funcionando, de las cuales siete están dentro del programa de bioetanol.
El proyecto de la red regional de producción de biocombustibles sostenibles para los transportes aéreos, fluvial y marítimos se presentará en Tucumán en medio de un mercado signado por una zafra con previsiones récords, limitaciones de cupo y precios para el bioetanol de caña de azúcar (que dispone el Gobierno nacional) y un comercio exterior sin variaciones. En el sector reconocieron que el desafío será darle forma a la iniciativa e incentivar a los industriales a nuevas inversiones, como también generar marcos regulatorios de confianza.
