Esto permitirá que los argentinos puedan cruzar y realizar la entrada legal al país vecino, pudiendo así dirigirse a distintos destinos. Además, se espera que aliviane el tránsito en otras fronteras que limitan con Brasil.

 

En el ámbito comercial y empresarial de ambos lados de la frontera se espera que la apertura de la aduana agilice el cruce y facilite el disfrute de eventos en ambos lados de la frontera y refuerce los lazos culturales, de integración y comercial.

 

La presencia del control migratorio potenciará el comercio y el turismo local al agilizar el tránsito vecinal a ambos lados de la frontera unida por un viaducto que se puso en marcha en 1987.