En el NEA-NOA se cobra hasta el 30% más por el mismo producto mientras que en la Patagonia la disparidad es menor de lo que establece la ley. Se suman proyectos para unificar los valores.
Llenar el tanque de nafta súper en una estación de servicio de la ciudad de Buenos Aires dos veces por mes aporta al bolsillo un ahorro de 5.000 pesos al año que haciéndolo en una ubicada en la ciudad de Resistencia, Chaco.
El cálculo surge de los precios a los que se ofrece el combustible en una y otra localidad según un relevamiento efectuado por la Secretaría de Energía en base a datos que los expendedores remiten mensualmente al organismo cumpliendo una obligación establecida en la Resolución 1104/04.
De acuerdo al informe, algunos surtidores ubicados en la provincia del NEA de bandera Shell, en julio la nafta de 95 octanos se ofrecía a 14.98 el litro, en tanto que dentro de los límites de la General Paz el mismo producto se conseguía a 11.45 en una boca YPF. La brecha se amplifica aun más si se compara la nafta Premium.
La disparidad de precios se acentuó con los fuertes aumentos que se vienen sucediendo desde hace un año y que estiraron la cotización de los combustibles hasta un 60 por ciento. La situación incluso mereció la preocupación de algunos legisladores, la mayoría oficialistas, que proponen unificar los valores en todo el territorio nacional.
Una de las iniciativas lleva la autoría de la Senadora nacional por el Frente para la Victoria, Sandra Giménez, quien hace foco no solo en las bocas de expendio que se encuentren vinculadas con las empresas petroleras sino también a aquellas en las que tienen alguna participación en la propiedad.
La legisladora explica que en el interior del país el valor de los combustibles es significativamente superior al que se registra en el área metropolitana. “A esto debemos sumar que las distancias recorridas en el interior del país son superiores y las fuentes de energía alternativa, o bien no están disponibles, o tienen un precio alto. Esta situación impone un costo injustamente alto a las jurisdicciones provinciales, su población y su producción”, sostiene.
“Si analizamos la carga impositiva, nos encontramos con que en la provincia de Misiones se cobra el impuesto a los ingresos brutos al expendio de combustible sobre el diferencial entre el precio de compra y de venta mientras que en la Capital Federal, así como en Buenos Aires, la base imponible del impuesto a los ingresos brutos es el precio de venta sin impuestos más el impuesto a los combustibles, con lo cual, la carga impositiva provincial resulta superior en el Área Metropolitana que en la provincia de Misiones”, grafica.
El reclamo de Giménez no es nuevo, en 2009 bajo el expediente 1287/09 fue presentado un Proyecto solicitando la intervención de la Secretaría de Comercio Interior y la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, así como denuncias ante el INADI por discriminación.